sábado, 9 de marzo de 2013

Poemas de Gonzalo Arango



 Panorama de la obra literaria del poeta.

La obra literaria de Gonzalo Arango solamente fue publicada en mínimas ediciones y el resto está regado en periódicos,  revistas,  plegables y comunicados mimeográficos inconseguibles. Obra Negra, ordenada por Jotamario para Carlos Lohlé de Buenos Aires, es una muestra significativa de su obra, recoge manifiestos, algunos pocos panfletos purificadores, cuentos, poemas. De sus cartas (era un adicto del mimeógrafo y del correo aéreo) las escritas a sus amigos y dedicadas exclusivamente al nadaísmo, forman un volumen enorme altamente recomendable. Su obra periodística, crónicas, columnas, reportajes, memorias, fueron publicados en La Nueva Prensa, Contrapunto, Cromos, Nadaísmo 70, El Tiempo, El Espectador, El Colombiano de Medellín, Diario del Caribe, El País, y en revistas internacionales como El Corno Emplumado de México y Zona Franca de Venezuela... Cuatro obras de teatro: Nada bajo el cielorraso, HK111, Los ratones van al infierno y La consagración de la nada. Autor diverso y disperso, irregular y copioso, pero de efectos irreversibles.

Según el mismo Arango, la mejor literatura de su generación está en las cartas aunque su amigo y poeta nadaísta Eduardo Escobar dice: “últimamente me ha dado por pensar que quizás la mejor parte de la obra del fundador del nadaísmo está en su poesía, la primera de Medellín, sobre todo”.

Su obra está configurada en un lirismo blasfemo, un periodismo de combate, de denuncia, de hostigamiento, cartas donde expresa sus más íntimos sentimientos y manifiestos, en ocasiones, de corte sarcástico en contra de la sociedad.



Ego literario

Qué clase de hombres son los literatos
que no creen en la palabra de Dios:
¿LA VIDA?
Sólo piensan en el ego literario
que es agonía.

Avaros intelectuales solitarios;
dementes ruinas.
Egos hartos de razones,
… ¡Pilatos de la vida!

 (del libro “Providencia”)

La armonía en los hombres se alimenta de palabras sencillas. El idioma confuso engendra resentimiento y violencia.
Angelita



Las revoluciones

Las revoluciones que no dan la libertad,
la quitan.
Si la revolución no da parejo
con el pan el paraíso,
degenera en terror y tiranía.
El ego de Estado es el infierno:
arte refinado de crueldad.

 (del libro “Providencia”)



Belleza de Puta

No dejes putear de maxfactor tu belleza
en el beauty parlor de la moda.
No dejes sofisticar tu encanto natural
y tu frescura de poma
con pomadas de telenovela.
No dejes que marchiten tu aroma de rosa
y hembra hechicera.
Tu belleza es pura
pero tu belleza de salón
es belleza de puta de novela rosa.

 (del libro “Providencia”)




Teleceguera

En la televisión están arruinando
al hombre, feriando su alma en los
mercados negros y persas del idiotismo
masivo de la civilización de consumo:
el cosmético, el lujo, el vicio, lo
superfluo, la prostitución cancerosa
del paganismo civilizado.
Medios inconscientes de incomunicación
masiva. Burdeles sucursales de la
gran ramera de la corporación
financiera, gerenciados por banqueros
de almas, traficantes de valores,
publicistas emisarios de opio espiritual,
asaltantes técnicos en saqueo
de los tesoros de la vida, para
fortalecer el poder del becerro de oro,
materializado en la gran bestia
bifronte apocalíptica de los
imperialismos infernales.
Ficciones carnavalescas y suspensos
policiales para la degradación
y dependencia en la evasión y el
pasatiempo, con un embotamiento bobo
de la mente hechizada por el embrujo
tecnológico al servicio servil del
utilitarismo y la tecnocracia
materialista que incomunica a los
hombres y a los pueblos en razón
de un violento desarraigo en la
relación viva de sus tradiciones
y creencias, privados de su natural
alimento divino que es el amor, la
comunicación, pan y vino de la vida
espiritual.
Y sin eso: sumisos, confusos,
frustrados, los debilitados ciudadanos
del rebaño son arrojados como carne
de consumo de los hornos crematorios
de la muerte lenta, la agonía
interminable de la rutina fantasiosa,
al abismo vidrioso erizado de mentiras
y tentaciones azarosas de la pantalla
cegadora.
Pantalla menor - físicamente – pero
de dimensiones funestas e influencias
devastadoras en el sensible y
misterioso cosmos espiritual, en cuyas
tiernas constelaciones produce
tenebrosos eclipses, espinas
envenenadas de violencia, enfermizas
codicias, erosiones en la mente virgen de los
niños. El alma saqueada de vida
sobrenatural: mina de valores eternos
arruinada. Genocidio de almas e
infanticidio de sueños. Porque después
de los estragos del genial invento
utilizado pecaminosamente contra
el espíritu, los hechizados televidentes
ya no son aptos para vivir la realidad
sino la ficción, impotentes para
expresarse y descubrir los poderes
secretos de la soledad creadora,
el mundo interior, la vida en el amor,
los éxtasis de la naturaleza.
Avasallados por la pantalla
embrutecedora de la cultura de masas
para que la publicidad elija y sueñe
por ellos. Y así deshumanizados,
seducidos y engañados por la
celestina de la gran sociedad del
progreso corruptor, hostiles al soplo
divino vivificador, sellados de
egoísmos, oprimidos por obsesiones
de confort, perdidos en el espejismo
de una realidad degenerada en limbo,
que empequeñece al hombre
en su grandeza
y lo exalta en su pequeñez
la televisión es el diablo tecnológico
que condena las almas al infierno
del no ser.



La salida es adentro

La sociedad ficción cruel, criminal.
Nos tienen encarcelados,
atados, atascados sin salida.
Los partidos parten,
dividen las clases sociales
las religiones rivalizan,
las razas se exterminan,
confinan las profesiones,
las ideologías repugnan,
el dinero envilece,
serviliza.
Nos rompieron la mente en pedazos
divorciados de la naturaleza,
incomunicados del planeta
del inmenso universo.
Solitarios,
desamparados en el cerebro calabozo.
El terror.
Salid de todos los sistemas imperantes;
¡salid ya!
¿Hacia dónde?
¡Hacia ti mismo, hermanito!



Círculo vicioso

Nos enseñaron a ser el más grande,
el más inteligente,
el más rico;
y en eso andamos desde que nacimos.
Nos estamos matando y maltratando
corriendo a una velocidad loca
para tratar de alcanzar al que nos hace sombra;
y resulta que después de todo
no alcanzamos a nadie.
A lo sumo somos sorprendidos en la carrera
por la muerte:
única meta de los que viven
en círculo vicioso.
Precipitados de mente.



Niños acuarianos del amor

La naturaleza nos da el amor
que nos roba la ciudad.
Viajad hacia la verde célula del alma.
¡Sed puros!
Poderosos de amor;
autorizad la mente.
Nos esperan júbilos salvajes,
inesperadas violencias salvadoras,
la belleza arrasadora del fuego,
los frescos rocíos de la purificación saciada,
los secretos paraísos y sésamos del sentir,
la plenitud del despertar;
la realidad florida de la naturaleza
entonando odas de aleluya
a la inocencia del Ser.
¡Cantad la aurora
niños acuarianos del amor,
hijos de la Tierra
y el Sol!





5 comentarios:

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  2. Parece una prosa escrita con divisiones al estilo de la poesía, pero es de una calidad semejanta a la producción de Bob Dylan, aunque más radical y apasionada. Esto nos lleva a pensar que el Nobel se concedió por la popularidad del artista y por una supuesta huella genracional que más tiene que ver con la música que con la literatura. No fue por la calidad de la obra, de lo contrario deberían haber comparado a Gonzalo Arango con Bob Dylan y el resultado sería muy discutible.

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